viernes, 27 de julio de 2018

Practicar senderismo también en verano

Puesta de sol en Picos de Europa
"Los expertos alertan de que hacer senderismo en verano 'es un deporte de alto riesgo' ". Con este inquietante titular -más aún si consideramos el tamaño del mismo- nos encontrábamos no hace mucho navegando por Internet.
Es evidente que las elevadas temperaturas veraniegas implican una dificultad adicional que es necesario tomar en cuenta y prevenir, del mismo modo que ocurre con cualquier otra actividad física que en estas fechas se realice al aire libre. Pero tampoco hay que exagerar; también durante el verano podemos seguir saliendo al monte con la seguridad de que ello no supondrá, ni mucho menos, jugarse el tipo. Basta con que adoptemos una serie de precauciones básicas, dictadas, por otra parte, por el sentido común.

EL RECORRIDO
Para empezar, es importante elegir la ruta adecuada y, sobre todo, saber dónde nos encontramos, pues no es lo mismo
Gabarnie, Pirineos franceses, en verano
Pirineos o Picos de Europa, que la Sierra de Segura o el desierto de Almería, por ejemplo. En esta época del año es preferible realizar rutas por zonas fundamentalmente boscosas y, por tanto, sombreadas, en las que, si es posible, no falte el agua.
MADRUGAR
Para andar por el monte siempre hay que madrugar un poco. Esto se hace aún más necesario en el verano, pues hay que intentar huir de las horas más calurosas del día. Para la hora de comer ya deberíamos estar plácidamente sentados en la terraza de un bar tomando algo fresquito. De este modo, evitaremos además otro riesgo muy importante del verano, especialmente en zonas de montaña: las tormentas que suelen generarse a partir del medio día.
LA ROPA
La vestimenta es fundamental. Contrariamente a lo que algunos puedan pensar, mejor ir más tapado que menos (pantalón largo y camiseta de manga larga), ropa clara y no ajustada. Para la cabeza, una buena gorra o un sombrero (elemental). Hoy en día existe en el mercado una amplia oferta de prendas técnicas pensadas para combatir el calor y minimizar la sudoración.
OJO CON EL SOL
Lo dicho debe complementarse con un protector solar con un factor alto y, claro, aplicárnoslo debidamente las veces que sea necesario. Unas gafas de sol "serias", es decir, homologadas, también son imprescindibles.
HIDRATARSE
Por último, lo más obvio. Tenemos que llevar líquido de sobra, en función de la duración de la ruta y el esfuerzo físico que requiera. Antes, durante y después de la actividad resulta vital estar perfectamente hidratados. Nunca hay que fiarse de que encontraremos agua por el camino. Pero, para el caso de que así sea, debemos llevar en nuestra mochila pastillas potabilizadoras.

Con estas simples precauciones, junto con las habituales en cualquier otra época del año (mejor en grupo que solos, dejar dicho dónde vamos, móvil con batería cargada, estudio previo del recorrido, adecuada condición física...), podremos disfrutar de forma segura de nuestro deporte favorito también durante el verano.