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Atravesando un nevero en los Pirineos |
A los que nos van estas cosas de andar por el monte, subir montañas y todo eso, nos gusta utilizar a menudo términos que no siempre están bien aplicados, pues se usan como equivalentes pese a que no significan exactamente lo mismo, lo cual provoca no poca confusión. Nos estamos refiriendo a palabras como senderismo, excursionismo, montañismo... Para terminar de complicarlo, a veces empleamos también anglicismos como
hiking o
trekking, que quedan mucho más chulos.
En esta entrada vamos a intentar aclarar un poco todo este embrollo, basándonos en buena medida en las explicaciones que sobre todo esto nos ofrece un tal Tomás Siles en el blog
http://aldelecr.com/blog/, que a nosotros nos han parecido bastante claras y precisas.
Para empezar, hay que decir que cada uno de estos términos hace referencia a una práctica deportiva no competitiva que se basa fundamentalmente en desplazarse a pié en el medio natural. Pero, como acabamos de indicar, existen diferencias significativas entre ellos, al tiempo que los límites entre unas y otras actividades no siempre están perfectamente definidos, existiendo numerosas zonas de intersección.
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PR en los Picos de Europa |
- Senderismo: Es una actividad deportiva, no competitiva, que se realiza sobre caminos o senderos casi siempre y por lo general "homologados" por un organismo oficial (en el caso de España, la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, FEDME). Se trata, por tanto, de senderos o caminos debidamente señalizados o balizados, bien por clubes senderistas o de montaña, bien por administraciones públicas, gestores de espacios naturales protegidos, etc. Aunque encontraremos rutas de este tipo de muy distinta dificultad en función de los desniveles a salvar o la longitud a recorrer, por ejemplo, estos caminos ofrecen casi siempre ciertas garantías de seguridad y un aceptable estado de conservación. El senderismo puede ser de uno o de varios días de duración, lo cual también incide, lógicamente, en el nivel de dificultad.
- Excursionismo (hiking): El excursionismo sería la disciplina más cercana y precursora del senderismo. La diferencia principal con éste radica en que el excursionismo se practica por caminos y senderos "no homologados". En consecuencia, dichos caminos y senderos pueden no estar señalizados, lo que a menudo dificulta la orientación. En términos generales, aunque no siempre, la duración de una actividad excursionista suele limitarse a un día. No obstante, la línea que separa esta disciplina del senderismo es a menudo imperceptible, por lo que no es raro que ambos términos se utilicen indistintamente como si de sinónimos se tratara.
- Trekking: Trek es un término anglosajón que empezó a utilizarse en los años ochenta para referirse a las largas marchas de aproximación a las grandes cadenas montañosas del Himalaya y los Andes, previas a la ascensión a sus grandes cumbres. Puede definirse trekking como la modalidad deportiva que consiste en recorrer de forma autónoma, a pié y durante varios días o semanas parajes aislados, generalmente con dificultad de tránsito, tales como zonas montañosas o lugares remotos sin senderos. Implica un grado de dificultad considerablemente superior al de las disciplinas anteriores, ya sea por la complicación a la hora de orientarse, ya por la necesidad de cargar con más peso (equipo para pernoctar, gran cantidad de comida...) y por la logística que este tipo de rutas requiere.
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Subida al Mulhacén |
- Montañismo: Por último, entendemos por montañismo aquella disciplina deportiva que consiste, más o menos, en ascender cumbres o picos montañosos. Esta actividad puede llegar a requerir de conocimientos, técnicas y material propios de disciplinas como la escalada. Por tanto, implica en ocasiones un importante nivel de dificultad que hace que no sea un deporte abierto a la gran mayoría, como ocurre con el senderismo y el excursionismo. Dicha dificultad se ve incrementada de forma notable si la actividad se practica en condiciones invernales.
Esperamos que todo este rollo haya contribuido a aclarar un poco las cosas, y no las haya complicado aún más. En todo caso, y para terminar, cabe decir -siguiendo al antes citado Tomás Siles- que una forma de evitar en parte todo este lío terminológico podría ser utilizar con carácter general (y naturalmente, menos preciso) la palabra "caminata" cuando nos refiramos a este tipo de actividades.